MANZANAS

by damien
POR QUÉ COMER MANZANAS

Manzanas para el desayuno, como aperitivo o como postre, es una de las frutas más consumidas y vendidas en la actualidad. Crudos o cocidos, acompañan la vida cotidiana porque son deliciosos. Pero, ¿sabías que esta fruta tiene varios beneficios para la salud, especialmente para aquellos que quieren esculpir su cuerpo? Estos son algunos de los beneficios que puedes obtener al comer manzanas todos los días.

Las manzanas son aliadas en la lucha contra los problemas de tránsito

Al igual que los mangos, las manzanas son alimentos ricos en fibra, por tanto, facilitan el tránsito intestinal y ayudan a combatir el estreñimiento. Para obtener resultados más concretos, se aconseja comerlos con la piel. Para los niños pequeños, pueden presentarse en compota o puré para remediar la diarrea.

Comer manzanas para eliminar el colesterol malo

Las manzanas contienen pectinas, retienen mucha agua para eliminar los colesteroles malos. Estas pectinas son las que impiden que las grasas se adhieran a las arterias, por eso los médicos recetan zumo de manzana para tratar la diabetes y la hipertensión arterial.

Las manzanas ayudan a prevenir la diabetes

Las fibras contribuyen a frenar la penetración de los azúcares en la sangre, gracias a la pectina que contienen. Según un estudio reciente, el consumo muy frecuente de manzanas reduce el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 hasta un 28%, ya que las pectinas que contienen las manzanas estabilizan de forma significativa los niveles de azúcar en sangre.

Manzanas diarias para perder peso

La manzana es un excelente supresor del apetito, por eso es muy útil para los que quieren perder peso. Comer una o dos manzanas al día te ayudará a perder peso más rápidamente. El consumo de manzanas como tentempié se sustituye por su ingesta, y además tomar algunas antes de las comidas proporciona una notable sensación de saciedad.

Manzanas para controlar el mal aliento

Para mantener una buena higiene bucal, es aconsejable comer manzanas con frecuencia. Con su sabor ácido, las manzanas producen saliva, y es la saliva la que protege los dientes y la lengua de las bacterias, previniendo la aparición de caries.