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LAS EMOCIONES NEGATIVAS Y EL DEPORTE

by damien

Hacer deporte de forma regular mantiene el cuerpo sano y esto es bien sabido por todos. Es más una cuestión de deporte físico que de deporte mental. Pero el deporte también es una forma de canalizar las emociones. Es muy posible calmar las emociones negativas mediante la actividad física. Sólo hay que elegir el deporte que mejor se adapte a cada emoción. A continuación, algunas ideas de deportes a practicar para canalizar las emociones.

Retraso para expresar emociones

 

Inicialmente, cuando hay demasiada emoción, hacer deporte es la forma ideal de deshacerse de ella. Se ha observado que el deporte y las emociones producen ciertos efectos idénticos en el cuerpo, como sudoración, palpitaciones, enrojecimiento, etc. Las reservas de cortisol se agotan cuando el cuerpo hace ejercicio. El cortisol es una hormona relacionada con el stress y cuando se consume, el cuerpo produce endorfina, la hormona que proporciona bienestar. Y esto, naturalmente, eleva la moral. No se trata literalmente de controlar las emociones, sino de liberar esta energía a través de la actividad. Además, liberar regularmente el desbordamiento emocional también ayuda a gestionar mejor las situaciones difíciles en cualquier momento de la vida cotidiana, en el trabajo y en casa.

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Canalizar las emociones centrándose en uno mismo

 

Elija la actividad física que mejor se adapte a su personalidad para obtener el máximo beneficio. Para averiguarlo, basta con hacerse algunas preguntas. ¿Qué deporte está preparado para practicar: colectivo, creativo, arte marcial, etc.? Además, es especialmente importante saber cuál es la emoción negativa dominante que se siente con más frecuencia. ¿Es tristeza, ira o miedo? Las actividades a realizar para combatir las emociones dependen de la respuesta a esta última pregunta, las actividades pueden inclusoayudar contra el burn-out.Por ejemplo, la salsa es adecuada para los temperamentales, el boxeo para los enfadados. Las personas con problemas de miedo pueden practicar deportes extremos para superar ese miedo de una vez por todas.

Deportes para hacer según las emociones

 

Tenga cuidado de no lanzarse de cabeza a una actividad que parece extrema para el cuerpo sólo porque es lo contrario de la emoción sentida, ya que puede no ser la solución correcta. Por el contrario, puede causar un efecto negativo. Por lo tanto, es importante saber qué actividades son las más adecuadas para las emociones sentidas.

  • Para calmar la tristeza, es útil aprovechar el entusiasmo a través del deporte. Por otro lado, no se debe practicar deporte con desconocidos. Preferiblemente, es mejor hacerlo con amigos o con un entrenador especial para recuperar la alegría de vivir al estar rodeado de gente conocida. También es aconsejable realizar una actividad que favorezca el contacto y la acción, ya que la tristeza suele generar una forma de retraimiento e inmovilidad. No se trata de hacer un deporte violento, sino de hacer un deporte que consiste en comunicarse y estar cerca del compañero. Esto inducirá a compartir las responsabilidades y evitará que la persona triste se desprecie a sí misma.
  • En el caso de las personas enfadadas, hay que esforzarse por desarrollar la compasión paracalmar la ira. Por ello, no se recomienda practicar deportes agresivos como el boxeo, el squash o el sprint. Aunque estos deportes pueden ayudarte a desahogarte o a cambiar de opinión en el momento, no resolverán el problema. Por lo tanto, es necesario hacer una actividad que queme la ira de forma no violenta, que ayude a hacer autocontrol y también a aprender a controlar la respiración. Por ejemplo, golpear un saco de boxeo ayuda a expresar la ira, pero no enseña realmente a controlar las emociones. Por otro lado, realizar una actividad que se practica entre dos o más personas permite aprender a ser justo, a respetar y a tener paciencia. Es posible practicar un arte marcial como el jujitsu o el aikido, por ejemplo.
  • Para disipar el miedo, es esencial reforzar la confianza en uno mismo. Por ello, es importante evitar la práctica de un deporte traumático o demasiado radical, como el puenting o el salto en paracaídas. Esto reforzará aún más el temperamento preocupado. Entonces es preferible realizar una actividad deportiva tranquilizadora que aún le permita luchar contra los miedos, superarse y ser valiente. También es necesario realizar una actividad que movilice a la persona y que ésta realice los distintos gestos técnicos. Es necesario elegir un deporte que enseñe el sentido de la responsabilidad y que también demuestre a los participantes que todos tienen recursos en sí mismos para resolver problemas y superar obstáculos. Por ejemplo, la escalada en roca es ideal para combatir esto. Exponerse al peligro estando a salvo y rodeado es un remedio perfecto.
  • Es útil volver a aprender a maravillarse para calmar la amargura. Para combatirla, es especialmente desaconsejable confiar en amigos o familiares que simpaticen demasiado o que ellos mismos estén habitados por esta emoción. La amargura proviene de la injusticia y la frustración. Provoca emociones negativas como la vergüenza, la ira, la tristeza, el arrepentimiento y la decepción. Por lo tanto, una persona que sufre de amargura necesita aprender a maravillarse de nuevo. Tiene que dejarse alcanzar por la belleza de su entorno y de su ambiente, aceptando al mismo tiempo su debilidad y abriéndose finalmente al mundo. La mejor solución para apaciguar la amargura es buscar un entorno social que sólo comparta la alegría. También es aconsejable encontrar una actividad que le produzca placer al hacerlo. ¿Por qué no dar sentido a los esfuerzos y contribuir a una causa justa y presentarse a una asociación? Esto puede devolver el gusto por la alegría de vivir y también puede hacer que otros quieran hacerlo.
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