"Detox" es una palabra con la que se enfrenta regularmente después de estas fiestas. Iniciar una cura de desintoxicación puede tener varios intereses: perder peso, purificar y revitalizar su cuerpo y darle nueva energía.
Sea cual sea el objetivo, el principio seguirá siendo el mismo. Nuestro organismo está en contacto constante con diferentes toxinas que pueden acumularse poco a poco en nuestro cuerpo y obstruirlo. Para el deportista, aficionado o profesional, esto puede ocurrir durante largos e intensos periodos de entrenamiento y/o competiciones donde la producción de "residuos metabólicos" es muy importante y crónica, cuando se acortan las fases de recuperación fisiológica, durante periodos de alimentación inadecuada como los periodos vacacionales (Navidad, Semana Santa, vacaciones...) correspondientes a una dieta generalmente más voluminosa y calórica, rica en grasas y azúcares donde el hígado es sometido a un trabajo "exagerado" que favorece su congestión.
¿CUÁL ES EL PRINCIPIO DE LA DESINTOXICACIÓN?
Nuestro cuerpo juega un papel natural en la eliminación y varios órganos de nuestro cuerpo juegan un papel importante en este proceso: el hígado, los intestinos, los riñones, así como los pulmones y la piel
Cuando nuestros órganos ya no son capaces de descomponer todos los productos de desecho, puede ser útil considerar un tratamiento de desintoxicación para ayudar a nuestro cuerpo a deshacerse de las sustancias tóxicas que acumula y que dificultan su correcto funcionamiento. El principio consiste en modificar los hábitos de consumo y el estilo de vida durante un determinado periodo de tiempo para ayudar al organismo a centrarse en la eliminación de las toxinas acumuladas. Para ayudar a nuestro organismo, será necesario promover la eliminación de agua y toxinas, promover la eliminación renal, fortalecer el equilibrio del ecosistema intestinal y luchar contra el estrés oxidativo.
NUESTROS CONSEJOS PARA QUE SEA UN ÉXITO:
Hidratarse: para favorecer la eliminación de las toxinas, el primer reflejo es, por supuesto, beber mucha agua, al menos 1,5 litros al día, también puedes tomar bebidas drenantes, té verde, infusiones, caldos vegetales, batidos...
Llénate de frutas y verduras: sigue las recomendaciones del PNNS (Programa Nacional de Nutrición y Salud) y refuerza tu dieta de frutas y verduras. Para llegar a las 5 frutas o verduras al día, varía las formas: zumos de frutas, batidos, verduras crudas, verduras cocidas, sopas, compotas...
Controla el índice glucémico: Elige alimentos con un índice glucémico bajo para ayudar a tu cuerpo a asimilar los nutrientes.> Tómate tiempo para masticar bien: para facilitar los procesos de digestión y absorción.
Comer "crudo": eliminar los alimentos procesados industriales y los platos preparados.> Favorecer ciertos alimentos: favorecer la eliminación, ricos en fibra y antioxidantes: Tamarindo, bardana, diente de león, ortiga, alcachofa, perejil, espárragos, remolacha, zanahoria, apio, col, piña, manzana, espinacas...
Fomenta la sudoración: sauna, sala de vapor...para ayudar a tu cuerpo a eliminar.> Evita los excesos: reduce el consumo de alcohol y tabaco si fumas.
Dése un impulso: combinando complementos alimenticios para activar esta desintoxicación.
