La imaginería y el ensayo mental son ahora técnicas que se utilizan en el deporte de alto rendimiento. Es una de las técnicas más conocidas y extendidas cuando se trata de preparación mental. ¿En qué consiste? ¿Cuáles son las ventajas? Centrarse en el tema.
Imagen mental: ¿qué es?
La imaginería mental es una técnica que consiste en crear o recrear una situación, un gesto o una experiencia en la cabeza. Para entrar en ambiente, el atleta debe movilizar todo su cuerpo. La imagen creada por el propio deportista puede ser visual, es decir, se ve a sí mismo reproduciendo los mismos gestos, también puede ser kinestésico, es decir, no sólo se ve a sí mismo rehaciendo los gestos, sino que también siente las sensaciones que los acompañan (impulso, elevación, recepción...). Por último, el deportista puede crear imágenes con características auditivas (acompañadas de sonido), olfativas o gustativas (sintiendo el sabor), es decir, las imágenes mentales implican todos los sentidos y todo el cuerpo del deportista.
Imágenes mentales: cómo funcionan
Mucho antes de su aplicación, la imaginería mental ya fue objeto de varios estudios, los primeros de los cuales se remontan a la época de la Segunda Guerra Mundial, para ello, los psicólogos realizaron investigaciones sobre la eficacia de la técnica. Esta investigación ha demostrado que imaginar un gesto puede mejorar su rendimiento en la vida real. Combinada con el entrenamiento, la imaginería es una forma muy eficaz de mejorar el rendimiento de los deportistas, por eso, en muchos deportes, las imágenes mentales son una parte integral del entrenamiento. Este es el caso, por ejemplo, de los lanzamientos libres en baloncesto, los saltos de trampolín, el patinaje artístico...Tanto para los atletas de alto nivel como para los principiantes, las imágenes mentales son una forma eficaz de mejorar el rendimiento.
Imágenes mentales: ¿cómo hacerlas?
La imagen mental es una herramienta que puede ofrecer diferentes posibilidades a su usuario, sin embargo, para beneficiarse de todas las ventajas, es importante saber cómo utilizarlo eficazmente.
Para empezar, hay que definir previamente las necesidades del deportista. En qué punto debe trabajar para optimizar su rendimiento (punto técnico, gestión de las emociones, táctica...), por lo tanto, debemos empezar por plantearle la siguiente pregunta: ¿por qué necesita utilizar las imágenes mentales? Después, elegirá la película o secuencia que pueda satisfacer sus necesidades, así, es al mismo tiempo productor, actor y espectador de su propia película.
El psicólogo ayudará entonces al deportista a elegir el contenido de la película, que verá según sus expectativas y necesidades .Para simplificar, puede tratarse de una secuencia muy sencilla, como los elementos esenciales de la acción del deportista, o de una película más compleja (el agarre de una raqueta, el sonido de los pasos durante una carrera, la flexión de las piernas...).
Una vez que el deportista consigue encontrar el contenido de su película, el psicólogo realiza pequeños ajustes para mejorar la imagen mental. Se puede, por ejemplo, variar la velocidad de la película, cambiar el color, hacer fotogramas congelados,...
¿Cuándo utilizar las imágenes mentales?
La imaginería mental es una técnica que puede aplicarse en cualquier momento. Combinado con el entrenamiento, favorece el rendimiento y la concentración del deportista. Un entrenador puede pedir a un jugador que imagine primero una acción antes de realizarla, esta técnica permitirá que el jugador se concentre en el juego y en la acción a realizar. El propio jugador ganará comprensión y confianza con esta técnica. Durante los partidos importantes, los entrenadores a veces piden a todo su equipo que haga una sesión de imágenes mentales de diez minutos, se les invita a imaginar la reacción y el ruido del público, la entrada en el campo, el desarrollo del partido...todo ello, para evitar el miedo escénico y concentrarse un poco más en el partido.
