En el mundo del deporte y la musculación, las lesiones ya no preocupan a los practicantes. Son parte integrante del entorno y de la profesión. Tanto si se trata de cortes superficiales como de daños en el tejido muscular, este tipo de accidentes son tan habituales que rara vez se recurre a los especialistas sanitarios. Cualquiera que se dedique al deporte sabe que las cicatrices pueden curarse completamente sin intervención externa. Durante un entrenamiento intenso, se espera que los músculos desgarrados se regeneren y se fortalezcan con el tiempo.
Sin embargo, esta situación tiende a cambiar de diferentes maneras. El modo de vida moderno fomenta las alteraciones en nuestro cuerpo, lo que dificulta la capacidad natural del cuerpo humano para curarse y rendir.
Un equilibrio necesario del organismo
¿Has oído hablar de la homeostasis? El concepto fue evocado por primera vez por el fisiólogo Claude Bernard en 1866. Definió la homeostasis como "la capacidad de cualquier sistema de mantener su equilibrio a pesar de las restricciones externas". Según él, cualquier sistema abandonado a su suerte en ausencia de perturbaciones vuelve espontáneamente a un estado de equilibrio mediante una serie de procesos de regulación.
Algunos parámetros deben permanecer constantes, son, por ejemplo, Presión arterial, Temperatura corporal, Presión arterial, respiración, etc. El cuerpo lucha constantemente por mantener este equilibrio.
Los peligros de la vida moderna
Hoy en día, diversas manías son una fuente de desequilibrio en el cuerpo, son los "alborotadores", contra los que el cuerpo está luchando constantemente. El comportamiento del individuo favorece su multiplicación. El cuerpo se enfrenta entonces a dificultades para mantenerse sano.
Falta de actividad deportiva
Actualmente, entre el 60 y el 85% de la población mundial está adoptando un estilo de vida sedentario. La falta de actividad física es un problema recurrente que causa unos dos millones de muertes al año. Este estilo de vida sedentario provoca a disminución de la capacidad del organismo para desempeñar su función, esto conduce a un mal funcionamiento y debilitamiento del sistema inmunológico.
Mala alimentación
Los alimentos demasiado grasos, demasiado dulces o demasiado salados,
que se han multiplicado en los últimos años, son verdaderos venenos.
Sobrecargan el cuerpo, haciendo imposible mantener el equilibrio
normalmente establecido. Al cuerpo le resulta difícil mantener los
sistemas estables con un aumento de los niveles de colesterol, por
ejemplo.
Privación de sueño
En una sociedad moderna que se esfuerza constantemente por rendir, la carga de trabajo aumenta y el entrenamiento a todos los niveles se esfuerza hasta tal punto que se olvida el descanso. Sin embargo, es importante saber que la sensación de sueño es una tendencia del cuerpo a volver a un estado de equilibrio. El ritmo necesario de este sueño está sincronizado por una especie de reloj situado en el cerebro. Al privarse del descanso, uno se niega a someterse al equilibrio que busca el cuerpo.
El estrés
El estrés es una de las enfermedades del mundo moderno desde el siglo XX. Muchas personas se exponen repetidamente a ella. Esto obliga al organismo a adaptarse a los cambios del entorno. La respuesta del organismo al estrés se refleja en cambios psicológicos, fisiológicos y biológicos.
Restauración del equilibrio del organismo
Para esperar recuperar el equilibrio del cuerpo, hay que dejar de ponerlo en problemas.
Practicar una actividad física regular
Todo el mundo sabe que no hay nada mejor que hacer deporte para mantenerse en forma. Esto permite al organismo mantener una frecuencia cardíaca baja en reposo, estabilizar la presión arterial, mantener un buen equilibrio del colesterol y una buena respiración, aumentar el gasto cardíaco, controlar el peso, etc.
Llevar una dieta sana y equilibrada
Es muy importante llevar una dieta sana y variada que incluya la menor cantidad posible de alimentos procesados. Una dieta sana y equilibrada permite que el organismo funcione correctamente, ya que el cuerpo recibe todos los nutrientes que necesita sin que le molesten los nutrientes indeseables. Las células se reconstruyen entonces con gran facilidad, lo que refuerza el sistema inmunitario. Algunos daños en el cuerpo se reparan automáticamente, sin ninguna intervención especial.
No olvides descansar
Respetar el tiempo de descanso que el cuerpo necesita. Dormir bien regenera el cuerpo y refuerza el sistema inmunitario. Además, el sueño reduce el estrés y la ansiedad. Pero tenga cuidado de no excederse.
Relajación
Aunque hay varios motivos de preocupación, vivir en constante ansiedad desgasta el cuerpo, así que no te olvides de bajar la presión. Qué mejor manera de hacerlo que participando en actividades y ocio que le permitan desconectar. La meditación y el yoga son actividades muy recomendables para reducir la ansiedad y el estrés.
En definitiva, el organismo mantiene la estabilidad de diversas variables necesarias para la buena salud. Pero para ello sigue siendo necesario cuidarlos y, sobre todo, recuperar el control.