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COMO ADAPTAR TUS CARGAS

by damien

Adaptar las cargas al ejercicio físico. Este es un problema al que se enfrentan a menudo los atletas y deportistas de todo tipo. Aunque la idea de que hacer ejercicio con pesos pesados para ganar más masa muscular está muy extendida en los pabellones deportivos, esto no significa que haya que lanzarse de cabeza a realizar movimientos con pesos pesados. Esto no significa necesariamente que debas lanzarte de cabeza a los movimientos con pesos pesados. Simplemente significa que algunos movimientos son biomecánicamente adecuados y están hechos para ello, mientras que otros no lo están.

Por lo tanto, es conveniente moderar la carga de las distintas actividades articulares. Saber adaptar las cargas es una de la sbases del entrenamiento en la musculación.

Los pesados y los demasiado pesados

 

Hay una diferencia entre pesado y demasiado pesado. Desgraciadamente, la mayoría de los deportistas apuestan directamente por la demasiado pesada, con el fin de obtener una masa muscular más rápidamente. Sin embargo, cada individuo tiene un cuerpo diferente y el volumen de carga se adapta a ello.

Pesado es la carga máxima que un individuo es capaz de mover limpiamente, con control permanente, sobre un número determinado de repeticiones de movimiento y en el respeto biomecánico del movimiento.

Demasiado pesado es una carga incontrolable, ingobernable tanto en el espacio (ángulo, amplitud) como en la velocidad. El deportista a menudo se ve obligado a hacer trampas para moverlo. Esto puede provocar lesiones.

Lesiones traumáticas

 

Existen dos tipos de traumatismos: el tendinoso y el articular, que surgen cuando se utilizan cargas demasiado pesadas. Los efectos de este traumatismo no se sienten necesariamente de forma inmediata.

Estos traumatismos se manifiestan por un dolor y una tensión inusuales infligidos a diferentes partes del sistema "articular-muscular-tendinoso" implicado.

El traumatismo del tendón es bastante rápido. Comienza con una inflamación con un ligero hormigueo, luego se refuerza con una tendinitis con dolor intenso y una imposibilidad de realizar ciertos gestos en frío. A veces, puede evolucionar hacia una tendinopatía: una tendinitis crónica causada por el daño de un tendón, casi irreversible, e incluso llevar a una rotura.

El traumatismo articular es más largo. Se manifiesta por compresión bajo el efecto de la carga, provocando un desgaste del cartílago que, con el tiempo, disminuye y desaparece, dando paso a la fricción hueso-hueso, lo que conduce a la deformación ósea. Estos dolores pueden ser intensos y agudos. Esto conduce a la erosión de los huesos. Buscando regenerarse, se calcificará. Esto provocará la aparición de excrecencias óseas (picos de loro), que disminuirán la flexibilidad y amplitud de la articulación, limitando la movilidad en el espacio.

Aunque existan riesgos de traumatismo, no debe cundir el pánico. Cada componente anatómico del cuerpo tiene diferentes capacidades de recuperación. No hay dos componentes que se recuperen a la misma velocidad y en las mismas condiciones.

El músculo vascularizado se recupera rápidamente. Con una buena circulación sanguínea, una buena hidratación, una ingesta nutricional óptima, estiramientos, masajes y descanso, no hay riesgo de que el músculo tenga un problema.

El tendón resiste el estiramiento. Tiene poca vascularidad (sólo en sus extremos) y es muy inelástica. Absorbe las tensiones máximas a las que se someten los músculos durante las contracciones. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el tendón no se enfría como un músculo durante un esfuerzo. También tarda más en calentarse y requiere mucha más recuperación. Con la edad, los tendones se debilitan. Por lo tanto, debe adaptar sus cargas a medida que envejece.

Trucos para adaptar las cargas

 

El cuerpo humano sigue siendo en gran medida mecánico, aparte de su funcionamiento eléctrico y químico.

Para adaptar tus cargas a esta mecánica, tienes que escucharla y trabajar el sentimiento. Aunque aprender a sentir el cuerpo no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana, es una facultad que se adquiere bastante rápido si se trabaja en ella. Escuchar al cuerpo permite discernir una sensación normal de una anormal, e interrumpir el esfuerzo inmediatamente cuando se produce una sensación inusual. Se trata de un reflejo inteligente que puede evitar lesiones graves. Si el cuerpo necesita un descanso o una pausa, simplemente tiene que ponerse a ello. Aunque a veces el cerebro insista en continuar, hay que saber parar. Nunca pidas demasiado. Dado que exigimos mucho a nuestro cuerpo en nuestra vida diaria, también debemos darle mucho.

Para adaptar las cargas, también hay que respetar las fases de recuperación. Durante las sesiones de entrenamiento físico, el cuerpo es agredido. La fase de recuperación ayuda al cuerpo a reconstruirse y curarse.

Por último, hay que evitar absolutamente ceder al propio ego. A la mayoría de los deportistas masculinos les gusta halagar su ego realizando directamente ejercicios difíciles y adoptando cargas demasiado pesadas. Una vez más, es importante escuchar a tu cuerpo y progresar en función de él. El ego siempre se verá halagado a medio plazo.

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