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MICROTRAUMATISMOS DEBIDO A UNA FORMACIÓN FÍSICA INADECUADA

by damien

Las personas que practican la musculación o la actividad física se enfrentan a la aparición de lesiones o traumatismos debido a un mal entrenamiento, a una mala postura. Descubre en este artículo los posibles microtraumas.

Patologías del tendón

Entesopatías :
Una entesopatía es una patología que afecta a las entesis. La entesis, del griego "enthesis" que significa inserción, corresponde a la zona de inserción tendino-ligamentosa a nivel del hueso, en realidad, esta patología se refiere a la inserción del tendón, pero también afecta al hueso subyacente, donde pueden producirse fracturas por fatiga. La patología puede extenderse a las bursas, que a menudo se interponen entre el tendón y el hueso para facilitar los fenómenos de deslizamiento. Las entesopatías suelen estar relacionadas con el envejecimiento natural, pero pueden estar causadas por el sobreentrenamiento de la zona de inserción, este envejecimiento puede manifestarse por osificación intratendinosa o intraligamentosa, pero lo más frecuente es que se manifieste por microrroturas de los haces tendinosos.

Peritendinitis
Estas son las únicas lesiones inflamatorias reales. La mayoría de las veces se trata de tenosinovitis. Se caracterizan por la inflamación de un tendón y su vaina sinovial. La peritendinitis provoca un engrosamiento de la vaina sinovial, y es una fuente de dolor cuando el tendón se desliza dentro de la vaina. Tendinitis
La tendinitis es una alteración microscópica de las fibras de colágeno, esta alteración provoca una desorganización de estas fibras, seguida de hiperdensidad celular y microcalcificaciones. Los tendones forman entonces nódulos o quistes que son muy palpables y que generalmente se localizan en el centro del cuerpo del tendón.

Rotura de tendones
La rotura del tendón es la última etapa de la tendinitis, aunque es relativamente rara, la mayoría de las roturas totales se producen en un tendón que no ha mostrado previamente ningún signo particular de dolor, por otra parte, las roturas parciales son un caso común en los atletas con tendinitis crónica. El caso más común es la rotura del tendón de Aquiles.

¿Cómo diagnosticar una tendinitis?

El síntoma de la tendinitis que empuja al deportista a consultar al especialista, es el dolor, las preguntas del médico deben ser muy precisas, para determinar las características de la patología :
- si el dolor se produjo de forma repentina (rotura) - las circunstancias de la aparición del dolor - el momento y la frecuencia del dolor - las consecuencias en el aspecto funcional durante las actividades diarias; - las consecuencias en el entrenamiento en términos de duración, intensidad y frecuencia; - los tratamientos ya aplicados y el respeto de un período de reposo relativo o total.
Para determinar la existencia de una tendinitis son necesarios tres signos:
- dolor a la palpación - dolor al estiramiento - dolor a la contracción de la cadena muscular implicada
Según Blazina, la tendinopatía puede clasificarse en 4 etapas :
Primera etapa: dolor en el tendón que se produce después de la actividad deportiva y que desaparece fácilmente en reposo. Segunda etapa: dolor al comienzo del entrenamiento, que desaparece después del calentamiento y qué reaparece cuando se siente la fatiga. Tercera etapa: dolor permanente durante el esfuerzo, que requiere su cese o que impide el entrenamiento. Estos dolores pueden intensificarse, volverse crónicos y persistir durante la vida cotidiana. Cuarta etapa: ruptura del tendón. br /> El examen clínico, junto con los datos de la exploración, permite diagnosticar la tendinitis, precisa la topografía de la lesión e investiga su posible causa. Los exámenes adicionales como las radiografías, la ecografía o la resonancia magnética sólo confirman el diagnóstico, pero permiten determinar si existen o no lesiones asociadas, como la bursitis, por ejemplo. El tratamiento médico se basa principalmente en el reposo, con masajes, ejercicios de estiramiento e incluso fisioterapia. Los tratamientos dependen de la localización de la tendinitis. La necesidad de cirugía es relativamente rara.

¿Qué es el síndrome compartimental y cómo tratarlo?

Se trata de una afección grave en la que un aumento de la presión en un espacio limitado (logia) perturba de forma significativa la circulación y la función del tejido músculo-nervioso situado en ese espacio. Se encuentra principalmente en la zona de la pierna en los corredores, o en el compartimento anterior del antebrazo en los que levantan pesas. La práctica repetida puede provocar un edema muscular responsable de un aumento del 20% al 30% del volumen muscular inicial, cuando el caso se agrava y alcanza el punto crítico, el músculo deja de estar bien irrigado.

El dolor se manifiesta en forma de calambres, contracturas o en forma de tensión o pesadez del miembro con agravamiento progresivo, la persona se ve obligada a consultar debido a los fuertes dolores que sufre tras el esfuerzo. Las consecuencias funcionales son claudicaciones intermitentes que conducen a un estancamiento o incluso a una regresión del nivel de rendimiento, la práctica del deporte y la vida cotidiana son muy limitadas. El tratamiento necesario suele ser quirúrgico, consiste en una fasciotomía o fasciotomía, y debe realizarse siempre en toda la altura del vestuario y ser lo suficientemente amplia como para ampliarlo.

Microtraumatismos en nervios y vasos

La compresión repetida de los elementos vasculo-nerviosos puede dar lugar a lesiones micro-traumáticas. Son responsables de los edemas localizados, de la hipertrofia muscular en los deportistas que levantan cargas o de la existencia de músculos supernumerarios. Las zonas más afectadas son los nervios cubital (codo) y tibial (pierna). Estas lesiones afectan a los deportistas que practican ejercicios que cargan intensamente estas zonas (lanzamientos, desarrollo supino, fútbol, flexión). La mayoría de las veces, el tratamiento es quirúrgico.

Tratamiento de microtraumatismos relacionados con la conducción

El tratamiento de la lesión tiene como objetivo minimizar el dolor con analgésicos y antiinflamatorios haciendo especial hincapié en el reposo, esto no significa dejar de hacer actividades físicas por completo, pero no se puede forzar los límites del deportista hasta el punto de sufrir dolor, para evitar una recaída, es importante identificar claramente los factores que causaron la lesión, de lo contrario, puede producirse una recaída independientemente de la calidad del tratamiento aplicado. Es necesaria una mejor preparación física, así como una modificación de ciertas técnicas. El equipo y la formación también pueden ser cuestionados.

Los pasos a seguir tras la cirugía

Tras una operación quirúrgica, las secuelas postoperatorias comprenden 3 periodos: El periodo de cicatrización, de curación de la lesión tratada. El periodo de normalización del aparato locomotor. El periodo de reanudación de la actividad deportiva. Para acortar al máximo el tiempo de vuelta al deporte, estas tres fases pueden solaparse siempre que el cirujano, el deportista y el entrenador mantengan un buen diálogo.

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