DIETÉTICA, QUE ES ?

by damien
DIETÉTICA, QUE ES ?

Cuando se habla de dietética, mucha gente piensa inmediatamente en comida con dietas y nutrición. Se define como la ciencia que determina el equilibrio dietético que debe adoptarse para gozar de buena salud. Es una práctica que permite conocer los elementos que los alimentos aportan al cuerpo. Es una especie de recomendación sobre la cantidad de alimentos que una persona debe ingerir para tener un hábito alimenticio completo y aportar los elementos necesarios vitales para el metabolismo. La dietética ocupa un lugar importante en la vida cotidiana de las personas y todos quieren seguir las recomendaciones al pie de la letra para vivir bien, sin embargo, ¿es la dietética necesaria e importante para la buena salud?

La dietética se centra en la cantidad de alimentos ingeridos. Si nos centramos en la fisiología humana, nos daremos cuenta de que existe un gran abismo entre los alimentos que se ingieren y los elementos que el cuerpo necesita.

El circuito real de los alimentos en el cuerpo

Antes de lanzarse a confiar en la dietética a ciegas, es importante conocer la trayectoria de los alimentos que se consumen. Comienza en cuanto se introduce en la boca y termina cuando la sangre ha adquirido los elementos esenciales para el funcionamiento del organismo.

El primer paso es masticar. Esto debe hacerse bien, porque cuanto mejor se mastique la comida, más fácil será para el cuerpo digerirla.

A continuación, vamos a digerir. Este proceso consiste en triturar y descomponer los alimentos de un estado complejo a un estado más simple. Es un paso importante, ya que los intestinos no pueden absorber los elementos complejos. Una digestión adecuada permite a los intestinos asimilar correctamente los elementos que necesita el organismo. Esta fase de la digestión tiene lugar gracias a la presencia de enzimas: proteínas catalizadoras que cortan las cadenas complejas en otras más simples. Las etapas de masticación y digestión están vinculadas entre sí porque, tras una comida bien masticada, son de pequeño tamaño y las enzimas pueden cortarlas con facilidad y eficacia.

La digestión comienza en cuanto el alimento está en la boca. La amilasa salival permite la descomposición de las cadenas largas de azúcar desde el principio, es entonces cuando el estómago toma el relevo: la pepsina y el ácido clorhídrico son las enzimas que rompen las cadenas de proteínas. Antes de llegar al intestino delgado, las cadenas de proteínas son reducidas por la bilis y las enzimas pancreáticas. Es la etapa de descomposición de las grasas y el final de la digestión de los azúcares. Durante todo este proceso, en el que las enzimas son las principales responsables, se produce la digestión, al final, ya no habrá cadenas de proteínas, sino moléculas simples que serán fácilmente asimiladas por los intestinos.

Incluso en esta etapa, en la que el alimento ya no existe, el proceso en el cuerpo aún no está completo. Es la fase de asimilación a través de las paredes intestinales.

La pared intestinal no es un filtro, es a través de las bacterias que viven fuera de ella que las moléculas simples se transmiten al intestino, esto significa que hay una multitud de microbios en el cuerpo que son esenciales para el buen funcionamiento del metabolismo. El papel de cada microbio depende de su ubicación y función. Están los que protegen al organismo de cuerpos extraños, los que eliminan las toxinas del cuerpo y los que aseguran la digestión.

En el caso de la digestión, son las bacterias las que generan las enzimas para romper las cadenas de proteínas. Esta reacción de descomposición dura hasta que el alimento se ha convertido en moléculas simples, que son fácilmente asimilables por las paredes intestinales y pueden ser transportadas en la sangre.

A través de estas diferentes etapas: masticación, digestión y asimilación, los alimentos que entran en la boca ya no tienen nada en común con los nutrientes que circulan por la sangre. Estos elementos son los que aseguran la nutrición de las células y los tejidos para el funcionamiento del organismo, pero la dietética no tiene en cuenta estos diferentes pasos a la hora de recomendar la cantidad de alimentos que hay que consumir, en este caso, mientras las recomendaciones ignoren la capacidad digestiva y asimiladora, la dietética no tiene ningún valor.

La realidad del cuerpo humano hoy en día

A través del estrés, el consumo desequilibrado de alimentos procesados y refinados, el cuerpo, especialmente el sistema digestivo, se agota. Hay una disfunción de las bacterias durante la secreción de enzimas. Este tipo de alimentos son difíciles de digerir y requieren mucho trabajo de los órganos y de las enzimas, esto significa se rompen las cadenas de proteínas, mientras el suministro de nutrientes ya no repone las enzimas.

En los intestinos, este fenómeno de disfunción y agotamiento provoca la acumulación de residuos en las paredes. Las bacterias responsables de la asimilación de los nutrientes se ven afectadas negativamente por la presencia de diversos conservantes y productos químicos en los alimentos. Los medicamentos, los antibióticos, los pesticidas y los fungicidas, también son las causas de un sistema digestivo deficiente.

Aunque los alimentos consumidos sean en cantidad suficiente, según la dietética, los nutrientes asimilados no compensan el trabajo de las enzimas y el buen funcionamiento del organismo. La dietética no puede contar la ingesta necesaria para apoyar la síntesis, la recombinación, el almacenamiento y la adaptación al organismo. El funcionamiento del estómago, el hígado y los intestinos se corrompe, provocando una falta de nutrientes en la sangre.

El cuerpo es originalmente capaz de proporcionar ciertos elementos esenciales para su funcionamiento, sin embargo, en ausencia de los diversos productos que destruyen el sistema, el organismo debe depender de los aportes de la alimentación. El ejemplo más cercano es la necesidad del cuerpo de vitaminas del grupo B, normalmente, el cuerpo produce las vitaminas del grupo B que necesita, pero debido a un fallo bacteriano, es necesario consumir complementos alimenticios ricos en vitaminas del grupo B. Cabe señalar, que esto es el resultado del uso de diferentes tipos de insecticidas y pesticidas usados en los campos y que también destruyen los microbios que componen el 90% del cuerpo humano.

La gran diferencia entre los alimentos y los elementos útiles para el organismo

Con la dietética, la tendencia es centrarse en una dieta equilibrada que pueda proporcionar al cuerpo los nutrientes esenciales. Si no se respeta el equilibrio, el consumo de complementos alimenticios se convierte en la solución. Hay algo más beneficioso si quieres satisfacer las necesidades de tu cuerpo: elegir productos naturales (verduras crudas). Al consumir productos saludables, puede estar seguro de obtener todos los micronutrientes y enzimas que necesitas para que tu sistema digestivo vuelva a estar en buena forma.

Hay que quitar el estrés y la fatiga para aumentar la capacidad digestiva y de asimilación. Para restablecer el buen funcionamiento del sistema digestivo y la asimilación de los nutrientes, es importante llevar un estilo de vida más saludable. Un sistema digestivo y asimilador en buen estado, permite la adquisición de minerales que aumentan su capacidad física e intelectual. Otra forma de evitar el agotamiento de tu cuerpo, es consumir pocos alimentos con muchos nutrientes.

Para concluir

En lo que respecta a la dietética, tenga en cuenta que sólo cuenta la cantidad de alimentos que se deben ingerir, sin tener en cuenta los elementos esenciales que el cuerpo necesita. No te dejes llevar por esta tendencia de cuantificación de los alimentos, ya que seguirá siendo un auténtico despilfarro.

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